domingo, 14 de julio de 2013

La vieja Royal


Sé que no es fácil de creer, pero cuando el director de El Gráfico me invitó a escribir mi columna allá por 1992, decidí comenzar desde atrás. Desde esta preciosa Royal antigua que acumulaba polvo en mi estudio. La idea era, quizás, recrear sensaciones vividas hacía mucho, cuando entraba a escondidas a la oficina de mi padre -director impenitente de diarios y noticiarios radiales- a teclear cualquier cosa en su vieja máquina.
Según me aseguró el anterior propietario de esta preciosidad, le había pertenecido a Lorenzo Montúfar. Era su portátil (viene con estuche). De creerlo o no, la verdad es que no importa de quien haya sido, lo lindo del artilugio es que fue usado más de una vez y tiene esa larga experiencia marcada en sus teclas.
La cinta aun pinta y en su mecanismo no hay falla. Algún día escribiré en ella una carta especial, por ahora no es más que un adorno con una historia que me cautiva.

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